Marco teórico
El Programa de Estudio de Lenguaje y Comunicación, correspondiente al Primer año Básico, define al lenguaje como “la facultad que tiene cada persona para construir su mundo personal y social”
Para un niño, "hacer como lee" es una experiencia muy significativa, para el aprendizaje de la lectura y la escritura; al verse a sí mismo como un lector, aumenta su interés y placer por la lectura.
Es necesario formar lectores activos, "...que perciban a la lectura como una forma de comunicar significados y de construir activamente el significado de los textos" (Manrique, 1998). Este tipo de lectores busca textos para satisfacer necesidades: informarse, solucionar un problema, descansar, etc.
La lectura es un proceso muy complejo donde el lector construye un modelo mental del texto que lee, es decir, debe representar y organizar la información del texto que está leyendo, basándose en sus conocimientos previos.
El punto de partida de la lectura es el reconocimiento de las palabras escritas. Un niño está en proceso de incorporación de conocimiento de la escritura ortográfica y la estructura fonológica (significado y función sintáctica). A partir de ese reconocimiento, va integrando el significado de cada palabra en unidades mayores de significación, por medio de estrategias y procesos que relacionan la información del texto con los conocimientos previos del lector.
La escritura se adquiere a través de un esfuerzo cognitivo, intelectual y de la intervención de un sujeto alfabetizado. En este proceso encontramos dos tipos de desarrollo: los que forman parte de un aprendizaje perceptivo (discriminación visual de letras y palabras) y los que el adulto mediatiza los aprendizajes (intervención de un adulto competente en habilidades lingüísticas).
“Un texto tiene que ver con la intención del autor, la estructura del texto y su contenido.
Un lector es el que comprende estructuras y procesos de lecturas, que tienen que ver con los conocimientos previos, actitudes y propósitos.
Contexto: la intención de la lectura, interés por el texto, intervenciones del profesor, de los compañeros, tiempo disponible, ruido, ambiente, lugar, etc.”
Para Mabel Condemarín la lectura es un proceso interactivo donde lector, texto y contexto se relacionan directamente para que se le de un significado a lo que se está leyendo
Desarrollo y aprendizaje. Interacción social de modelos en el aprendizaje.
Para Vigotsky, Desde el comienzo de la vida humana el aprendizaje está relacionado con el desarrollo, ya que es “un aspecto necesario y universal del proceso de desarrollo de las funciones psicológicas culturalmente organizadas y específicamente humanas” .
El camino de desarrollo del ser humano está en parte, definido por los procesos internos de desarrollo del ser humano que no tendría lugar si el individuo no estuviese en contacto con un determinado ambiente cultural.
Vigotsky señala que el desarrollo intelectual del individuo no puede entenderse como independiente del medio social en el que está inmersa la persona. Para él, el desarrollo de las funciones psicológicas superiores se da primero en el plano social y después en el nivel individual.
Desde aquí se destaca la importancia de la interacción social en el desarrollo cognitivo y postula una nueva relación entre desarrollo y aprendizaje. Para este autor, el desarrollo es gatillado por procesos que son en primer lugar aprendidos mediante la interacción social: "el aprendizaje humano presupone una naturaleza social específica y un proceso, mediante el cual los niños acceden a la vida intelectual de aquellos que les rodean" .
Vinculado a lo expuesto se encuentra su concepción del aprendizaje, como un proceso que siempre incluye relaciones entre individuos. El aprendizaje no es solo el fruto de una interacción entre el individuo y el medio; la relación que se da en el aprendizaje es esencial para la definición de este proceso, que nunca tiene lugar en el individuo aislado.
Factores que intervienen el proceso lecto-escritor
En lo que se refiere al aprendizaje de la lectura, actividad compleja que parte de la decodificación de los signos y termina en la comprensión de un texto. “La decodificación la entendemos como la capacidad de reconocimiento de palabras, es uno de los amplios procesos de la lectura. Su dominio implica aprender a discriminar e identificar letras aisladamente, formando grupos y, sobre todo, significa que se posee la capacidad para identificar cada palabra como una forma ortográfica con significado y también de atribuirle una pronunciación. Para poder codificar con éxito, el niño tiene que entender cómo se relacionan los símbolos gráficos con los sonidos y adquirir los procedimientos de lectura de palabras” .
La comprensión, es un proceso complejo, manifestación multidimensional de una capacidad general de tipo cognitivo e intelectual (Aaron, 1995). Puede describirse como la construcción del significado del texto por parte del lector de acuerdo con sus conocimientos y experiencias vitales.
Podemos nombrar otros procesos:
Procesos perceptivos: son aquellos que comienzan por el análisis de letras y palabras. Intervienen la memoria icónica, la memoria a corto plazo (operativa), y la memoria a largo plazo.
Procesos léxicos: suponen el reconocimiento de palabras a través de dos vías: ruta léxica o directa (“casa”) y ruta fonológica (“midriasis”). La intervención del educador puede fijarse en la ruta léxica: dibujos, homófonos, lecturas repetidas, supresión de palabras; y en la ruta fonológica: rimas, ejercicios de asociación fonema-grafema.
Procesos sintácticos: Suponen la identificación de las relaciones que se establecen entre las palabras.
Procesos semánticos: Suponen la comprensión total del texto. Extracción del significado e integración en la memoria. Para intervenir se utilizan la jerarquía de las ideas, estructuras y macroestructuras, inferencias, predicciones).
En el proceso de la escritura nos encontramos con procesos como los siguientes:
Enseñanza explícita de la relación de las letras con sus sonidos, incluyendo las secuencias de las letras para formar palabras y otros aspectos relacionados con las convenciones del código escrito (mayúsculas, puntuacion, etc.)
Con respecto a la enseñanza explícita de la relación fonema-grafema, esta se realiza de acuerdo a la progresión que establezca el docente; por ejemplo: vocales, consonantes de lata frecuencia como m, p, s, etc. Los niños deben experimentar con la escritura utilizando las letras de los textos que tienen a su alcance o que el docente modele.
Producción de textos escritos: para iniciarla se debe escribir o grabar los relatos de las experiencias personales de los niños, sus tradiciones orales o sus propias creaciones. El docente es “editor” del habla de los alumnos, con lo cual modela la producción de textos.
Progresivamente, los niños y niñas van adquiriendo autonomía y seguridad en su escritura, a medida que progresan en sus competencias lingüísticas y comunicativas. Además de los productos de su habla y escritura, deben generar textos como cuentos, anécdotas, poemas, cartas, etc.
La producción de texto implica revisión, escritura y edición y adquiere sentido cuando el texto va a ser leído por otros, cumpliendo así con la función comunicativa del lenguaje.
Dominio de la escritura manuscrita ligada (caligrafía): esta enseñanza sistemática, se refiere al aprendizaje de las letras una a una, y a la regularidad de la escritura en cuanto al tamaño y proporción de las letras, al espaciado entre letras y palabras, al ligado de las letras entre si y a la alineación regular en relación a la línea base.
La Metacognición
Nos referimos a la conciencia y al control que se tiene sobre los propios procesos cognitivos.
Según Flavell (1987) se distinguen dos aspectos en la metacognición:
• El conocimiento sobre procesos cognitivos (sobre la propia actividad cognitiva)
• La regulación de dichos procesos.
Este autor distingue además tres categorías de conocimientos metacognitivos: sobre personas, tareas y estrategias.
La metacognición implica dos dimensiones:
-El conocimiento sobre la propia cognición, la toma de conciencia de funcionamiento de nuestra manera de aprender y de comprender qué explica el resultado de mis acciones.
-La regulación y control de las actividades que se realizan durante el aprendizaje, tales como: planificación, control de procesos, evaluación de los resultados.
Todo esto lleva a una autorregulación de los propios procesos cognitivos. En la lectura implica el uso de estrategias que permitan orientar sus esfuerzos cognitivos.